LA FUERZA DE LAS PALABRAS “LO QUE DECÍS CAMBIA CÓMO SE MUEVEN” (parte 2)

SECCIÓN PRÁCTICA: CÓMO COMENZAR LA SESIÓN

1. La regla del WWH: el inicio y el cierre de la sesión

Toda sesión debe comenzar respondiendo a tres preguntas clave:

  • WHAT – ¿Qué vamos a hacer?
    Se define claramente el ejercicio o la tarea.
  • WHY – ¿Por qué es importante?
    Se explica brevemente el propósito funcional o la transferencia esperada (motivación + contexto).
  • HOW – ¿Cómo lo vamos a lograr?
    Se describe la estrategia, el enfoque o el objetivo clave de atención para la ejecución.

Al final de la sesión, el entrenador debe reforzar el “por qué” y el “cómo”, para consolidar el aprendizaje y generar una narrativa coherente.

2. Ciclo de intervención del entrenador: modelo DDCDD

La intervención verbal de un entrenador no puede ser arbitraria ni constante. Debe seguir un ciclo lógico que respete los tiempos del aprendizaje motor y la capacidad de atención del atleta. Para ello, Winkelman propone un modelo práctico y efectivo conocido como DDCDD, que representa las cinco fases principales de una indicación verbal bien estructurada:

  1. Describir (Describe)
    El entrenador brinda una explicación breve y clara del objetivo del ejercicio o de la habilidad a entrenar.

Ejemplo: “Queremos que este salto termine con una caída estable y silenciosa”.

  1. Demostrar (Demonstrate)
    A través del modelo propio o de otro atleta, se muestra el patrón motor deseado.

Ejemplo: “Fijate cómo empuja el suelo y mantiene el pecho al frente”.

  1. Corregir con una indicación clara (Cue)
    Se introduce una única indicación verbal específica, preferentemente con foco externo y forma de analogía.

Ejemplo: “Empujá el suelo como si te quemara”.

  1. Hacer (Do)
    El atleta ejecuta el movimiento aplicando la indicación dada, sin interrupciones.
  2. Evaluar (Debrief)
    Se abre un espacio breve de reflexión conjunta.

Pregunta útil: “¿Qué imagen se te vino a la mente cuando hiciste el salto?”

Cuándo usar el bucle largo vs. el bucle corto

  • Bucle largo: modelo completo (DDCDD) al enseñar una habilidad nueva.
  • Bucle corto: solo una o dos fases (Cue + Do) en contextos de alta frecuencia o competencia.

3. Cómo diseñar una indicación verbal efectiva

Diseñar una buena indicación verbal no es cuestión de intuición. Es un proceso técnico y creativo que combina claridad lingüística, conocimiento del movimiento y comprensión del atleta.

El código genético de una indicación: distancia, dirección y descripción

  1. Distancia (¿dónde se enfoca el atleta?):
    • Foco externo cercano: “empujá el suelo”
    • Foco medio: “tocá el aro”
    • Foco lejano: “mirá la línea del fondo”
  2. Dirección (¿hacia dónde?):
    • “hacia adelante”, “en línea recta”, “como un resorte”
  3. Descripción (¿cómo se siente?):
    • “explosivo”, “suave”, “silencioso”

Ejemplo: “Empujá el suelo hacia atrás como si fuera una cama elástica”.

Uso de sustantivos, verbos y analogías verbales

  • Sustantivos: imagen concreta. Ej: “flecha”, “puente”.
  • Verbos activos: generan acción. Ej: “empujá”, “despegá”.
  • Analogías: experiencia conocida. Ej: “salta como si pisaras brasas”.

Cada indicación debe estar alineada con la intención principal del movimiento.

4. Recursos externos para potenciar el foco

Uso de ropa, cintas y marcadores como referencia

  • Cinta en la rodilla para alinear.
  • Línea en el suelo para guiar dirección.
  • Cono como meta visual o punto de escape.
  • Pared como limitante

Palabras clave para describir sensaciones en la demostración

  • “Que se sienta liviano, como si flotaras”.
  • “Aterrizaje como un susurro”.
  • “Hacelo rápido, como si escaparas de algo”.

5. Modelo de creación de analogías

Las analogías condensan instrucciones técnicas complejas en una sola imagen mental, favoreciendo el aprendizaje implícito y la retención.

Tipos de analogías

  1. Escenario: historia que guía el gesto.

Ejemplo: “Saltá como si escaparas de un incendio”.

  1. Restricción: condición ficticia que guía el gesto.

Ejemplo: “Corré como si llevaras una copa llena de agua”.

  1. Imitación: imagen externa conocida.

Ejemplo: “Aterrizá como un gato”.

Claves para una buena analogía

  • Familiaridad: conectada con experiencias del atleta.
  • Claridad: concreta y visualizable.
  • Intención: alineada con el objetivo técnico.

Mala analogía: “Movete como el viento”.
Buena analogía: “Movete como una serpiente entre piedras”.

CONCLUSIÓN

El aprendizaje motor no depende exclusivamente de repeticiones o tecnología. En el centro del proceso está la herramienta más poderosa: la palabra del entrenador.

Desde la práctica deliberada hasta el uso de analogías, cada estrategia verbal debe diseñarse con intención y adaptarse al contexto. Una buena indicación no solo corrige: modela, guía y transforma la experiencia del atleta.

Entrenemos también nuestra capacidad de comunicar: porque el lenguaje es el puente entre lo que imaginamos y lo que el cuerpo termina haciendo.

Este contenido está basado en el libro The Language of Coaching de Nick Winkelman, una obra que logra unir ciencia y práctica en el arte de enseñar el movimiento.

AGRADECEMOS AL PROF PABLO PRIOTTI POR COMPARTIR CON NOSOTROS ESTE RESUMEN

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